UNA
REFLEXIÓN SOBRE EL TEMA AGRÍCOLA VENEZOLANO
El
sector agroproductor venezolano, particularmente aquel que comprende los
medianos y pequeños productores, tanto durante los gobiernos de la IV República
como de los gobiernos de la V República, se les ha sometido a políticas y
estrategias de reactivación del sector, sin que se haya logrado un
fortalecimiento consistente de dicho sector agrícola. Los problemas básicos del
sector aún no han podido ser superados. El agroproductor aún continua sin
contar con recursos financieros para emprender sus proyectos agrícolas, aun
persiste desasistido de apoyo institucional que les permita emprender sus
proyectos basados en las mejores prácticas que les garantice sustentabilidad y
rendimiento productivo y financiero y por supuesto, todo esto, ha incidido en
una resultante negativa: aun sigue siendo un pasivo social considerable la
ausencia de una política de seguridad alimentaria que ampare al pueblo
venezolano y particularmente a los sectores más deprimidos.
Durante
la jornada de gobiernos de gobiernos populistas de la IV República, se vió la
consolidación de un gobierno rentista, aupado por el aumento de la riqueza
petrolera, que trajo el surgimiento de una institucionalidad de apoyo
financiero al sector agrícola. Sin embargo este ejercicio rentista no logró que
la seguridad alimentaria, se convirtiera en política esencial del Estado
venezolano, lo cual explica en parte, la pérdida de las esperanzas del pueblo
venezolano y la aparición de un “llanero solitario” que acudió al rescate con
ilusiones y mentiras haciéndose del Poder.
La
siguiente jornada de gobiernos socialistas, demostraron, lo que demuestran
todos de igual corte, que son gobiernos que apuntan rápidamente al fracaso con
sus políticas, planes y programas, que potenciaron el populismo vivido en la IV
República. El populismo y la inflación galopante derrumbó rápidamente todos los
esfuerzos materiales y financieros emprendidos. La corrupción como un comején
indetenible, socavaron los programas fundamentales emprendidos por el Gobierno
socialista como el Mercal, que apuntaba a ser exitoso pero que no llegó a nada,
y que no pudo ser sostenible en el tiempo.
Posteriormente
se emprendieron proyectos englobados en lo que se denominó Desarrollo Endógeno,
que rápidamente se convirtió en una mega plataforma para la corrupción de todo
tipo y con participación de todo el mundo, tanto de funcionarios del Gobierno,
de sectores externo y también de los agroproductores receptores o beneficiarios
directos de dicha política. Ingentes recursos derivados de la rentabilidad
petrolera fueron redireccionados hacia importaciones de alimentos, todo ello
con la idea de reflejar la suficiencia de las políticas gubernamentales en
materia de seguridad alimentaria. Pero nuevamente la corrupción, cada vez más
exacerbada, involucrando a agentes del gobierno y productores, socavó nuevamente
la posibilidad de alcanzar el éxito esperado y poder presentarse como gobierno
victorioso
Solo
existe actualmente la percepción clara en que la realidad actual del país,
dista mucho de alcanzar la seguridad y soberanía alimentaria prometida. En esta
época, donde se dispone de mayor tecnología y experiencia en el sector, los
problemas persisten y parecen complejizarse cada vez más.
Encontrar
las respuestas a estas situaciones, y revertir el comportamiento del sector,
pasa por considerar un cambio de actitud, tanto a nivel individual, de la
sociedad, como a nivel de quienes lideran procesos de cambio en el sector
venezolano (instituciones públicas y privadas, asociaciones, gremios,
gobernantes, entre otros actores). Está en juego la alimentación de un pueblo
que en la lucha por obtener seguridad y soberanía alimentaria, ha encontrado
desesperanza, vapuleados por tanta corrupción y por la falta de interés
gubernamental actual para mejorar los problemas que a todos aquejan en esta
dura realidad que actualmente se vive en el país.
La
situación se ha salido de las manos con oídos cada vez más sordos ante una
realidad que padecemos por igual la mayoría de los venezolanos. No queda más
que reflexionar y considerar los logros y desafíos de este sector durante los
últimos cuarenta años… ¿evolución o recesión?, ¿hacia dónde nos dirigimos o nos
dirigen ?.
El 28 de
Julio pasado, se alcanzó la victoria de la dupla Maria Corina Machado y Edmundo
González Urrutia, en sus manos se depositó toda la confianza nacional, la fe y
la esperanza de este pueblo vapuleado de manera inclemente. Confiamos todos en
que el Sector Agrícola se convierta en el acicate para encontrarnos con el País
que todos queremos.
DR. JESUS A. BARRIOS CLAVIER
COORDINADOR ESTADAL DE GESTION
PUBLICA
VENTE - ANZOATEGUI

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